76 MITILINE
A 14 DE JULIO DE 2025
Hoy hemos dormido en Mitiline y mañana cogeremos el barco para volver a Turkia. Nos vamos a Finike donde queremos pasar unos días antes de comenzar el regreso a casa. Nos han invitado Osman y Deniz para pasar unos días con ellos, pero nuestra intención es volver a la playa donde estuvimos y muy bien, por cierto. Cuando lleguemos a Finike nos sentaremos y hablaremos con ellos. Parece que Osman está trabajando y no se como están haciendo con el crío, pero me imagino que estará con los abuelos
Se nos
acaban los días de estar en esta maravillosa Isla que al principio teníamos
nuestras dudas ya que era una gran desconocida pero que a resultado una
maravilla. Pueblos pequeñitos con puertos pesqueros y playas muy bonitas muchas
de ellas de piedra y unas pocas de arena. Tiene muchos humedales por eso
algunas playas en vez de arena tienen como una capa de tierra encima de la
arena. La zona este y sur tienen las mejores playas y aparcamientos mientras
que la norte y oeste tienen playas menos buenas y prácticamente no hay
aparcamientos ni sitios para dormir, aunque es cierto que te puedes quedar en
cualquier “rincón” que nadie te dice nada.
La gente es
el típico griego que ni fú ni fa. No son muy acogedores, pero tampoco te hacen
mal. Nunca te saludarán si tú no das el primer paso, pero tampoco te molestarán
ni te importunarán. No son nada cercanos, aunque como dice Vinson cuando los
conoces son gente agradable. Desde luego las apariencias no son nada buenas.
Tienen
muchos sitios para ver, aunque un poco “a la Turka”, les da lo mismo tirar las
cosas en el suelo y ahí se quedan. Tienen todo muy sucio y como en Turkia les
va a costar cambiar las formas. La mayoría de Iglesias y Monasterios están en
obras ya que después del terremoto del 2017 todos están bastante dañados. La
capital tiene un casco antiguo muy bonito y ahí está la Catedral que también
resultó muy dañada. Los restaurantes tienen las mismas cartas que varían muy
poco donde abundan las ensaladas y los pescados. Nuestra sensación es que todo
lo cocinan “soso” pero muy bueno. Nos a sorprendido como trabajan el queso Feta
y la cantidad de pescado que se sirven. La vida no es muy cara siendo un sitio
de vacaciones donde sobre todo hay Turkos y los propios griegos.
En ningún
momento hemos sentido el “agobio” de este viaje respecto a la gente. Nadie se
acerca y nadie te pregunta de donde eres. No es un sitio para volver otra vez
de viaje, pero nunca se sabe. Aquí dejamos a Vinson y Amy con Nico, Andy y Leo
a los que esperamos volver a ver.
La
experiencia en la cocina de Zaporeak a sido muy bonita ya que, aunque sabíamos
de qué iba por medio de Pili y Todor la hemos compartido directamente y ya
veremos si tenemos la oportunidad de volver a colaborar en un futuro. Ver toda
esa gente hay y aún sabiendo que muchos consiguen papeles para entrar en Europa
es un poco dura. Sólo trabajamos un día, pero nos sirvió para ver realmente
como son las cosas.
Hoy hemos desayunado y después hemos ido a un super a comprar cosas que nos hacían falta. Fruta, verdura, leche, galletas…Hemos dado un paseo por el casco viejo y lo hemos podido ver como a nosotros nos gusta con mucha gente y no como ayer que daba pena, parecía San Feliú un domingo por la tarde. Hemos ido a la pescadería, pero ya nos imaginábamos que tendrían poca cosa ya que al igual que allí los domingos no salen los barcos. Hoy estaban abiertas las panaderías cosa que ayer y aunque resulte extraño también estaban cerradas. Hemos vuelto a la Jomer para dejar las compras y coger las mochilas que hemos dejado preparadas para irnos a la playa de Mitiline. “Casca el sol que te jodes” así que íbamos buscando las sobras, pero el paseo del muelle de Mitiline es insufrible. Hemos tenido que volver a dar toda la vuelta al muelle para ir hasta la playa y se nos a hecho eterno. Nos hemos metido por la “callejuelas” para evitar el calor, pero no sé que es peor ya que si vas por el muelle tienes “airecillo” pero no sombra y si vas por las “callejuelas” tienes sombra, pero no “airecillo”.
Hemos
llegado a la playa y después de pagar rigurosamente los dos euros por persona
nos hemos sentado en la terraza a tomar un refresco ya que Mertxe tenía mucha
sed.
No he contado,
pero ayer cuando íbamos de paseo hacia el centro Mertxe se tropezó y se dio una
buena “costalada” que, aunque no dejó señas muy grandes si tiene una pequeña
herida en la ceja y un buen raspón en el hombro además de un buen golpe en la
mano izquierda que fue la que puso para parar el golpe. Todo se a quedado en un
buen susto y en “las miradas de la gente” ya que lleva una tirita de puntos en
la ceja y parece más aparatoso.
Hemos cogido
un par de tumbonas y nos hemos puesto en una de las sombrillas para tener
sombra que “casca fuerte”. Nos hemos dado un baño y después hemos estado en las
tumbonas un buen rato comentando cosas y hablando de qué vamos a hacer el año
que viene. No queremos que sea muy largo el viaje así que estamos pensando en
Islandia y Groenlandia donde con 15-20 días tienes más que suficiente, aunque
luego nos quedemos en Dinamarca para darle una vuelta. El año que viene además
tenemos un viaje medio apalabrado con Joan y Rosa a las “chirigotas” de Cádiz
así que habrá que ir preparando todo.
Por la noche hemos ido a cenar en el “entrañable” y así podemos despedirnos de un sitio que ya se nos ha quedado grabado desde la primera vez que le oímos llamarle así a Todor.
Hemos cenado muy bien, aunque la carta no es que sea muy larga. Lo típico, anchoas fritas, queso Saganaki, acompañadas por unas riquísimas patatas fritas que no son de las congeladas. No queríamos liarnos mucho ya que mañana tenemos que madrugar para coger el barco que nos llevará hasta Ayvalick.
Después de
cenar hemos ido a comer un helado a un sitio que ya conocíamos y que tiene unos
helados muy buenos. Mertxe de limón y yo de chocolate. Hemos vuelto poco a poco
a la Jomer y enseguida nos iremos a dormir.
Bihar arte,
agur.
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